La frioterapia

El hielo es una terapia maravillosa, prácticamente es libre y puede ser utilizada para muchas cosas diferentes, incluyendo el manejo del dolor y muchos otros efectos beneficiosos.

Cómo usar el hielo de forma terapéutica

Colocar un paquete de hielo en un área afectada no sólo adormece el dolor y la incomodidad, hace un trabajo tremendamente eficaz combatir la inflamación en general y la localizada, calmando los músculos doloridos, aliviando los espasmos musculares y promoviendo el proceso de curación de los tejidos mediante la formación de coágulos de sangre a nivel celular.

Sin embargo, la clave para usar hielo es vital. Aquí está el secreto: Se debe aplicar directamente al área localizada por exactamente 20 minutos, ni más, ni menos.

Menos tiempo no permite cosechar sus beneficios, y más tiempo comienza a revertir el efecto del hielo para imitar el calor causando vasodilatación porque el cerebro puede pensar que el tejido se está congelando.

Si alguna vez alguien te ha recomendado el hielo debido a los beneficios que ofrece, pero no mencionó que el hielo es más efectivo solo usándolo por un tiempo de 20 minutos, entonces son ignorantes de cómo el hielo afecta el cuerpo humano.

Cómo trabaja el hielo

Fisiológicamente, el hielo tiene ciertos efectos sobre los tejidos humanos y cada etapa debe ser lograda ha cabalidad para obtener resultados beneficiosos.

Cada etapa dura cinco minutos. La primera etapa o primeros cinco minutos es obviamente cómo se sentirá el hielo cuando se coloca inicialmente sobre la piel y los tejidos. Por supuesto, se recomienda tener una capa delgada de toalla de papel, o una camiseta delgada entre el hielo y la piel, especialmente si usted tiene una intolerancia al contacto con el hielo.

La segunda etapa es cuando el hielo es tan frío que en realidad se percibe como “calor” o “ardor”. Este momento es cuando muchas personas se lo quitan y temen que está empeorando la situación. La tercera etapa es cuando la mayoría de la gente deja de usarlo porque cree que el hielo no está haciendo nada por su organismo. Debe mantenerlo los cinco minutos finales y usted cruzará entonces el umbral a la etapa final, que es entumecimiento completo. Esto puede ser feliz y se logra en la marca de 20 minutos. Este es el momento cuando su dolor simplemente desaparece.

El hielo es también un método maravillosamente eficaz para aliviar los síntomas excruciantes de las migrañas, que son vasculares por naturaleza. El efecto del hielo combatirá la acumulación de sangre en el cráneo, aumentando la presión sobre el cerebro y el tronco cerebral. Esta presión es la fuente del dolor insoportable, y los problemas con la vista, el oído y las náuseas asociadas con una jaqueca verdadera.

Puede repetir este proceso tantas veces como sea necesario, siempre y cuando dé a los tejidos 30 minutos para volver a estabilizarse. Este proceso se puede repetir cada hora si es necesario.

En las primeras etapas de la lesión, se recomienda usarlo al menos tres veces al día, incluso cuando los niveles de dolor pueden estar disminuyendo porque el objetivo es disminuir los espasmos musculares, disminuir la inflamación y promover la curación de los tejidos.

No se debe usar calor cuando hay inflamación. El calor es una buena manera de relajar los músculos y para calmar el dolor cuando el área está estable y los tejidos son sanos y fuertes.

El calor superficial, como los paquetes calientes o las almohadillas térmicas, puede ayudar a que se sienta mejor mientras se aplican, pero en realidad mantienen a los tejidos lesionados en estado constante de inflamación e hinchazón.

El calor causa la vasodilatación. Esto aumenta la presión en los tejidos circundantes, a pesar de que temporalmente disminuye la presión arterial sistémica, porque los vasos sanguíneos se expanden llenando con más volumen. Además, la hinchazón y gran parte de la inflamación que sigue a una lesión se debe en gran parte a la fuga de sangre y suero de los capilares rotos; Por lo tanto, las aplicaciones frías con hielo pueden ayudar al hacer que los vasos sanguíneos se contraigan o repriman.

Esta vasoconstricción de los vasos sanguíneos impide una nueva fuga de sangre y suero y minimiza la hinchazón y el malestar. El frío de una aplicación de hielo también tiene un beneficio añadido de entumecer los tejidos y las terminaciones nerviosas, proporcionando alivio del dolor. El hielo es prácticamente libre y no tiene “efectos secundarios” o negativos sobre el cuerpo, sus órganos o sus sistemas.

La frioterapia y el dolor de espalda

Hay muchos tipos de bolsas de hielo que se pueden utilizar para aliviar el dolor de espalda. Todas las opciones son eficaces y los pacientes pueden seleccionar cuál funciona mejor para ellos basándose en preferencias personales, presupuesto y conveniencia.

Los tipos más comunes de paquetes fríos que son eficaces para el dolor de espalda incluyen:

– Paquete frío o paquete de hielo reutilizable
– Muchos tipos de bolsas de hielo reutilizables (como las que están llenas de gel) están disponibles en las farmacias y en las tiendas de mercancías en general. Estos envases fríos pueden mantenerse en el congelador listos para su uso cuando sea necesario y volver a congelarse después de cada uso. Para una alternativa económica, los envases de frío reutilizables se pueden hacer en casa.

Paquete de hielo casero

Para hacer un paquete de hielo, simplemente ponga la cantidad de hielo deseada en una bolsa de plástico y exprima el aire de la bolsa antes de sellarla. Algunas personas les gusta añadir un poco de agua al hielo para que la bolsa no tenga una textura grumosa. La bolsa debe ser envuelta en una toalla antes de aplicarla al área dolorosa para proteger la piel de quemaduras de hielo.

Alternativas adicionales incluyen:
– Una toalla congelada. Para hacer una toalla de crioterapia, coloque una toalla plegada y húmeda en una bolsa de plástico y métala en el congelador de diez a veinte minutos. Luego saque la toalla de la bolsa y colóquela en el área afectada.
– Esponja. Moje una esponja y póngala en el congelador. Después de que esté congelada, sacarla y ponla en una bolsa, luego debes envolverla en una toalla antes de aplicarla a la espalda adolorida.
– Arroz. Otra alternativa es llenar un calcetín con arroz y colocarlo en el congelador, ya que el arroz se enfría como el hielo, pero no se derrite cuando se usa.
– Paquete tipo gel. Todavía otra alternativa es llenar una bolsa con detergente líquido de lavavajillas y congelarlo, lo que le da una consistencia de un paquete de gel.
– Bolsa congelada de guisantes. Si se necesita hielo rápidamente, es fácil agarrar una bolsa de guisantes congelados u otras verduras de las que se compran para guardar congeladas, envuélvela en una toalla y aplicarla a la zona adolorida.

Para saber más usos de la frioterapia puedes consultar el siguiente vídeo: