Darse un baño cuando llegamos a casa es uno de los placeres de la vida para cualquiera que trabaje muchas horas fuera. También puede ser el aliciente para un día intenso y, por qué no, una manera de relajarnos y eliminar el estrés acumulado en la semana. Para que surta el efecto deseado o lo intensifique, podemos añadir sales de baño al agua. ¡En este artículo te mostramos cómo!
Sales de baño caseras: cientos de usos
Si preparas tus propias sales de baño podrás ahorrar mucho dinero, al no tener que comprarlas en las tiendas y perfumerías. No olvides que se trata de un producto de lujo para muchos y por ello su valor es elevado.
Una vez que aprendas a prepararlas, se convertirán en un regalo perfecto para un cumpleaños, un momento especial o las fiestas. Quizás hasta puedas comercializarlas en una feria o mercadillo de artesanías de tu ciudad.
Sin duda, aprovecharás los efectos de las sales para tu cuerpo y tu mente si las usas una vez a la semana o cuando realmente lo necesites.
Receta base de sales de baño caseras
La buena noticia es que puedes fabricar tus propias sales de baño mezclando un par de ingredientes y dejando volar tu imaginación. Es así porque las combinaciones aceptadas son variadas, todo depende de tus gustos, de lo que tengas disponible en casa o de lo que te animes a probar.
Si quieres hacer sales para uso personal, la cantidad recomendada es una taza (200 g). Partiendo de esa base luego podrás fabricar lo que quieras, siempre y cuando tengas en cuenta las proporciones.
Las sales de Epsom son las mejores para este tipo de producto ya que si empleas la común de mesa (gruesa o gorda) resecará tu piel. No olvides que para almacenar las sales has de usar un frasco de vidrio con tapa hermética y no se deben superar las ¾ partes del recipiente. Guárdalo en un sitio fresco y seco para evitar que se humedezca la mezcla.
Para dar color debes ir añadiendo a las sales un colorante comestible (del que se emplea para los postres y pasteles) en poca cantidad. No más de dos gotas para comenzar. Luego le irás echando más hasta obtener el color deseado, sin dejar de remover y esperando a que se tiña por completo.
Si deseas que además de relajarte le aporte suavidad a la piel pon una cucharadita de glicerina líquida (5 ml) a la mezcla. Ten cuidado de que no se mojen demasiado las sales.
Luego añade 5 ml de tu aceite esencial favorito para aportarle una textura y un aroma más agradables. Apenas pongas las sales en tu bañera, empezarás a disfrutar de sus efectos. Los más recomendados son el de almendras dulces, el de pepitas de uva y el de jojoba. Si solo tienes de oliva no hay problema, pero ten en cuenta que el olor y la textura son más pesados.
Una vez que hayas mezclado las sales con los aceites o colorantes, deja que se seque bien la preparación antes de pasarla a un frasco de vidrio. De esta manera te durará más tiempo y no se echará a perder. Para un baño común en una bañera grande se echan entre 50 y 100 gramos de sal.
Cómo hacer sales de baño de lavanda
De las más populares y aromáticas que existen, perfectas para relajarnos y aliviar el cansancio o los dolores musculares. Un placer para todos los sentidos y muy fácil de hacer. ¡No te lo puedes perder!
Ingredientes:
- 1 taza de sales de Epsom (200 g)
- ½ taza de sal marina gruesa (100 g)
- 15 gotas de aceite esencial de lavanda
- 2 cucharadas de flores secas de lavanda (20 g)
- Unas gotas de colorante color lavanda (opcional)
Preparación:
- En un recipiente coloca las sales de Epsom (cuyos cristales exfolian la piel).
- Agrega la sal marina y mezcla para unificar.
- A continuación echa el aceite esencial de lavanda y, si así lo deseas, también el colorante para que tenga el tono de la flor.
- Por último echa las flores secas cortadas para que perfumen la preparación.
- Cuando esté todo seco vierte en un recipiente de vidrio con tapa hermética, así no perderá su aroma.
- Emplea entre 4 y 6 cucharadas por cada baño y sumérgete en el agua unos 20 minutos.
- También lo puedes usar como exfoliante mezclando 1 cucharada a tu gel de ducha o crema favorita. Por ejemplo, sirve para los talones agrietados.
Cómo hacer sales de baño de rosas y aceites
Ya te habrás dado cuenta de que preparar tus propias sales de baño es muy sencillo. En este caso te enseñamos una receta que se puede hacer para uso propio, regalar o vender, ya que además de eficaz es muy aromática y vistosa.
Ingredientes:
- 1 kg de sal marina gruesa
- 7 gotas de colorante rojo
- 30 gotas de aceite esencial de geranio
- 30 gotas de aceite esencial de pomelo
- 30 gotas de aceite esencial de mandarina
- 10 gotas de aceite esencial de mirto
- 10 gramos de flores secas de rosa
Preparación:
- Separa en dos recipientes la sal (medio kg en cada una).
- En uno de ellos echa el colorante alimenticio y mezcla bien.
- Junta las sales de ambos tazones para que queden de dos colores.
- Echa el aceite de geranio, luego el de pomelo, el de mandarina y por último el de mirto.
- Agita bien para que se mezcle y deja una hora para que se seque la sal.
- Pon las rosas secas trituradas o picadas y agita bien para mezclar.
- Tapa y guarda hasta el momento de usar. Si deseas puedes dosificar en frascos más pequeños.
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