La astenopía o estrés visual es un trastorno que ha incrementado de forma considerable en los últimos años, producto del uso excesivo de los dispositivos electrónicos.
Si bien esta no es su única causa, el aumento de las horas frente a las pantallas se ha convertido en el principal responsable del sobresfuerzo de los ojos.
Se estima que afecta, por lo menos, al 80% de los que trabajan frente a ordenadores por tiempo prolongado y, de hecho, es común entre quienes se exponen a ambientes con poca iluminación.
Es una condición caracterizada por la sensación de fatiga ocular, casi siempre acompañada por una visión borrosa, dolor en el globo ocular e incapacidad para mantener un enfoque a distancias cercanas.
Lo más preocupante es que pocos le prestan importancia, ya que no asocian sus síntomas con el exceso de trabajo al que se exponen los ojos.
Esto dificulta su tratamiento y, con el paso del tiempo, puede conducir a otras complicaciones de salud visual.
Por tal razón, es primordial aprender a identificar las señales con que se manifiesta, en especial en sus etapas iniciales.
¡Descúbrelas!
1. SEQUEDAD OCULAR
La sequedad ocular es un síntoma bastante incómodo que, incluso, puede llegar a ser doloroso cuando no se atiende de manera oportuna.
Se caracteriza por la deficiencia del flujo lagrimal, el cual se encarga de mantener lubricados los ojos.
Como consecuencia, se produce una molesta sensación de tener diminutos granos de arena en las pupilas, lo cual puede derivar irritación y picor.
Si bien puede originarse por la exposición a ambientes contaminados y algunas enfermedades, también se ha vuelto habitual entre los pacientes con estrés ocular.
2. MAREOS
El sobresfuerzo de la vista puede estar relacionado con la falta de coordinación y mareos que aparecen durante las actividades de la jornada.
Se caracteriza por la confusión y el dolor de cabeza, generalmente acompañados con debilidad en las piernas y palidez.
3. LAGRIMEO CONSTANTE
El continuo lagrimeo es una respuesta del cuerpo ante la presencia de partículas y cuerpos extraños en la superficie o zonas circundantes del ojo.
Aunque este es necesario para mantener los ojos húmedos, su producción excesiva puede alertar algún tipo de problema visual.
Es necesario consultar al especialista ya que, además del estrés visual, puede originarse por algún traumatismo o enfermedad.
4. SENSACIÓN DE PICOR
El prurito ocular o picor en los ojos es un síntoma relacionado con la disminución en la producción de lágrimas.
Puede originarse por una infección, alergias o exceso de actividades que impliquen el esfuerzo de la vista.
Debe ser atendido, ya que las complicaciones pueden facilitar el desarrollo de dolencias e infecciones de mayor cuidado.
5. HIPERSENSIBILIDAD A LA LUZ
A menudo, el pasar demasiado tiempo frente al ordenador o dispositivos similares, ocasiona cierta hipersensibilidad a la luz.
Conocido también como fotofobia, es un síntoma incómodo, que dificulta la visión cuando se exponen los ojos a determinada intensidad de luz.
A su vez, su aparición está vinculada con una patología corneal, como cuando se sufre un traumatismo en la córnea.
6. DOLOR DE CABEZA
Los continuos dolores de cabeza son uno de los síntomas más evidentes del estrés y las dificultades visuales.
Dado que el sobresfuerzo altera la circulación y aumenta la tensión, es común experimentar desde cefaleas comunes hasta dolores intensos como la migraña.
En este caso es preciso un análisis más minucioso, ya que es un problema que puede originarse por múltiples factores.
7. CONJUNTIVITIS REPETITIVA
Las luces que emiten las pantallas de los aparatos electrónicos suelen incrementar la susceptibilidad de padecer conjuntivitis.
Esta afección se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, en este caso ocasionada por el exceso de trabajo que realizan los ojos.
No obstante, cabe aclarar que, por lo general, está provocada por virus, bacterias y alergias al polvo.
8. PÉRDIDA DE VISIBILIDAD
La pérdida de la agudeza visual y la reducción de la habilidad para ver pequeños detalles es un signo preocupante de esta condición.
Suele ir de la mano con los episodios de migraña, el cansancio y otros de los síntomas mencionados con anterioridad.
Además, tiende a manifestarse desde edades tempranas en personas con riesgo de trastornos de refracción y cataratas.
¡PARA TENER EN CUENTA!
Para prevenir todas las molestias relacionadas con el estrés ocular se recomienda la práctica de ejercicios visuales varias veces al día.
Así mismo, es esencial hacer pausas para el descanso y procurar tener una buena calidad de sueño.
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